Articulación temporomandibular

Trastornos de la Articulación Temporomandibular: causas y tratamiento

Los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM) son una condición médica que afecta la articulación entre la mandíbula y el cráneo, conocida como la articulación temporomandibular. Esta condición puede causar una variedad de síntomas, como dolor facial, dificultad para abrir o cerrar la boca, chasquidos o crepitaciones al masticar, y dolor de cabeza. 

En este artículo, exploraremos en detalle las causas subyacentes de los trastornos de la ATM, así como las opciones de tratamiento disponibles para ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la función de la mandíbula y la calidad de vida de quienes padecen esta condición.

¿Qué es la articulación temporomandibular?

La articulación temporomandibular (ATM) es una estructura anatómica que conecta la mandíbula con el cráneo y permite los movimientos de la mandíbula, como abrir y cerrar la boca, masticar y hablar. 

Está ubicada justo delante del oído en ambos lados de la cabeza y está formada por el hueso temporal del cráneo y el cóndilo mandibular de la mandíbula. La ATM está revestida por cartílago y está rodeada por músculos, ligamentos y tejido conectivo que ayudan a estabilizar y controlar los movimientos de la mandíbula. 

Esta articulación es esencial para funciones cotidianas como comer, hablar y realizar expresiones faciales, y su correcto funcionamiento es crucial para una buena salud y bienestar bucal.

¿Qué son los trastornos de la articulación temporomandibular?

Los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM) son una condición médica que afecta la articulación entre la mandíbula y el cráneo, conocida como la articulación temporomandibular. 

Estos trastornos pueden involucrar problemas con los músculos, los ligamentos, el cartílago o los huesos que forman esta articulación, lo que puede resultar en una variedad de síntomas y molestias. Los trastornos de la ATM pueden causar dolor facial, rigidez en la mandíbula, dificultad para abrir o cerrar la boca, chasquidos o crepitaciones al masticar, y dolores de cabeza. 

Estos trastornos pueden afectar la capacidad de una persona para realizar funciones básicas como comer, hablar y realizar movimientos faciales, lo que puede afectar significativamente su calidad de vida.

Síntomas de los trastornos de la articulación temporomandibular

Los síntomas de los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM) pueden variar en gravedad y presentarse de forma intermitente o constante. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Dolor en la mandíbula, que puede ser constante o intermitente, y que a menudo se siente en el área del oído, la mandíbula o los músculos faciales.
  • Dificultad o dolor al abrir o cerrar la boca, lo que puede dificultar la masticación o la realización de movimientos faciales.
  • Chasquidos, crepitaciones o sensación de bloqueo al abrir o cerrar la boca.
  • Rigidez en la mandíbula, especialmente por la mañana o después de períodos de descanso.
  • Dolores de cabeza, especialmente en la zona de las sienes o la parte posterior de la cabeza.
  • Dolor o sensibilidad en los músculos faciales, el cuello o los hombros.
  • Zumbido en los oídos o problemas de audición.
  • Sensación de fatiga en los músculos faciales.
  • Cambios en la forma en que se siente la mordida, como dificultad para morder o sensación de desalineación de los dientes.
  • Dolor en el cuello o los hombros.

Es importante tener en cuenta que los síntomas de los trastornos de la ATM pueden variar de una persona a otra y pueden ser exacerbados por factores como el estrés, la ansiedad o el hábito de apretar o rechinar los dientes (bruxismo). 

Si experimentas alguno de estos síntomas de forma persistente o grave, es recomendable consultar a un profesional de la salud, como un dentista o un médico especializado en trastornos de la ATM, para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

Causas de los trastornos de la articulación temporomandibular

Las causas de los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM) pueden ser multifactoriales y pueden variar de una persona a otra. Algunos de los factores que pueden contribuir al desarrollo de estos trastornos incluyen:

  • Trauma o lesiones: lesiones directas en la mandíbula, la cabeza o el cuello, como un golpe fuerte o un accidente automovilístico, pueden dañar la articulación temporomandibular y los tejidos circundantes, lo que puede predisponer a la persona a desarrollar trastornos de la ATM.
  • Bruxismo: el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, conocido como bruxismo, puede ejercer una presión excesiva sobre la articulación temporomandibular y los músculos faciales, lo que puede provocar su inflamación y desgaste prematuro.
  • Maloclusión dental: la maloclusión dental, que se refiere a un mal alineamiento de los dientes superiores e inferiores al cerrar la boca, puede ejercer una presión desigual sobre la articulación temporomandibular, lo que puede contribuir al desarrollo de trastornos de la ATM.
  • Artritis: condiciones inflamatorias como la artritis reumatoide o la osteoartritis pueden afectar la articulación temporomandibular, causando dolor, inflamación y limitación en el movimiento de la mandíbula.
  • Factores genéticos: algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar trastornos de la ATM, lo que puede deberse a características hereditarias relacionadas con la estructura ósea, la función muscular o la sensibilidad al dolor.
  • Estrés y ansiedad: el estrés emocional y la ansiedad pueden aumentar la tensión en los músculos de la mandíbula, lo que puede provocar apretar o rechinar los dientes y contribuir al desarrollo de trastornos de la ATM.

Malos hábitos posturales: Mantener una postura incorrecta durante largos períodos de tiempo, especialmente al trabajar en una computadora o usar dispositivos electrónicos, puede ejercer presión adicional en la mandíbula y los músculos faciales, lo que puede aumentar el riesgo de trastornos de la ATM.

Es importante tener en cuenta que estos factores pueden interactuar entre sí y contribuir de manera conjunta al desarrollo de los trastornos de la ATM. Obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado de parte de un profesional de la salud, como un dentista o un médico especializado en trastornos de la ATM, es fundamental para manejar esta condición de manera efectiva.

Tratamiento para los trastornos de la articulación temporomandibular

El tratamiento para los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM) puede variar según la gravedad de los síntomas, la causa subyacente y las necesidades individuales de cada paciente. A continuación, se describen algunas opciones comunes de tratamiento utilizadas para abordar los trastornos de la ATM:

Medicamentos

  • Analgésicos y antiinflamatorios: los medicamentos de venta libre o recetados, como el ibuprofeno o el paracetamol, pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación asociados con los trastornos de la ATM.
  • Relajantes musculares: en casos de bruxismo o tensión muscular, los relajantes musculares pueden ayudar a reducir la tensión en los músculos de la mandíbula y aliviar el dolor.
  • Corticosteroides: los corticosteroides pueden ser recetados para reducir la inflamación en la articulación temporomandibular y los tejidos circundantes.

Terapia física

  • Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento: un fisioterapeuta puede recomendar ejercicios específicos para mejorar la flexibilidad y la fuerza de los músculos de la mandíbula, lo que puede ayudar a reducir el dolor y mejorar la función de la ATM.
  • Terapia de calor o frío: la aplicación de compresas calientes o frías en el área afectada puede proporcionar alivio temporal del dolor y la inflamación.

Tratamientos odontológicos

  • Férulas oclusales: también conocidas como férulas de descarga, estas son dispositivos personalizados que se colocan sobre los dientes para reducir el contacto entre las superficies dentales y evitar el bruxismo durante la noche.
  • Ajustes dentales: en algunos casos, se pueden realizar ajustes en la oclusión dental para corregir maloclusiones que puedan estar contribuyendo a los trastornos de la ATM.
  • Manejo del estrés: estrategias de manejo del estrés como la meditación, la respiración profunda y la terapia cognitivo-conductual pueden ayudar a reducir la tensión muscular y aliviar los síntomas de los trastornos de la ATM relacionados con el estrés y la ansiedad.
  • Cirugía: en casos graves y resistentes al tratamiento conservador, puede considerarse la cirugía para reparar o reconstruir la articulación temporomandibular. Sin embargo, la cirugía es generalmente considerada como último recurso y se reserva para casos selectos.

Es importante trabajar en estrecha colaboración con un equipo de profesionales de la salud, que puede incluir dentistas, fisioterapeutas, y médicos especializados en trastornos de la ATM, para desarrollar un plan de tratamiento integral y personalizado que aborde las necesidades específicas de cada paciente.

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